El alternador: un pequeño componente con un gran efecto

0
71
Alternador
© Vereshchagin Dmitry / Shutterstock

Desde su invención, el alternador ha sido indispensable para el funcionamiento de un automóvil. Sin embargo, con el tiempo, tanto su diseño como sus funciones han evolucionado considerablemente.

En los inicios del automóvil, surgió la necesidad de proporcionar energía eléctrica para los faros. Los fabricantes recurrieron a un generador eléctrico llamado alternador, que transformaba la energía cinética del motor de combustión en corriente eléctrica para alimentar los faros. Durante muchos años, esa fue la única función del alternador. De hecho, el motor en sí mismo se arrancaba a mano o mediante un magneto de encendido. Pero con el paso de los años, la cantidad de dispositivos que requerían suministro eléctrico aumentó constantemente. Como resultado, las funciones del alternador también evolucionaron. Sin embargo, su nombre se mantuvo sin cambios.

Otras designaciones comunes

Además de la denominación alternador, se utilizan otros términos para este dispositivo discreto pero esencial, dependiendo de la región y el fabricante. Algunos fabricantes de automóviles lo llaman simplemente generador o grupo electrógeno. Finalmente, también se utiliza el término «dínamo».

De corriente continua a corriente trifásica

Los primeros alternadores, comunes hasta la década de 1970, eran generadores de corriente continua. Producían una corriente continua que luego se transmitía mediante escobillas de carbón. El problema con este tipo de generador es que las escobillas de carbón siempre deben transmitir toda la corriente de salida del alternador, lo que las somete a un desgaste considerable. Además, solo se podía obtener una potencia eléctrica significativa a altas revoluciones del motor. Por lo tanto, cuando se utilizaban muchos dispositivos simultáneamente a bajas revoluciones, la batería del vehículo se descargaba rápidamente.

Mientras tanto, algunos fabricantes de automóviles optaron por alternadores de corriente alterna. Un ejemplo conocido es el del Citroën 2CV. Sin embargo, los alternadores no tuvieron éxito en el mercado.

A partir de la década de 1970, casi todos los fabricantes reemplazaron el alternador de corriente continua por el alternador trifásico, que todavía se utiliza en la actualidad. Este se caracteriza por un desgaste considerablemente menor. Además, proporciona suficiente energía eléctrica incluso a bajas revoluciones del motor, lo que permite alimentar de manera continua los numerosos dispositivos de los vehículos modernos.

Piezas importantes del alternador

Algunos componentes del alternador son extremadamente importantes para garantizar su correcto funcionamiento y para permitir la alimentación de energía a los dispositivos eléctricos a bordo. Por ejemplo, el rectificador asegura un nivel constante de tensión. Esto evita que las sobretensiones dañen los dispositivos o el propio alternador. Por lo general, las sobretensiones se desvían hacia la batería del automóvil, que, de hecho, se carga por el alternador durante su funcionamiento. Dado que incluso los alternadores más modernos generan una cantidad considerable de energía térmica, es importante enfriarlos. La acumulación de calor podría dañar el grupo electrógeno. El enfriamiento generalmente se realiza mediante un sistema de enfriamiento por aire activado por un ventilador. Ocasionalmente se utilizan sistemas de enfriamiento por agua. Estos últimos enfrían de manera más eficiente, pero también son más propensos a fallar.

El alternador: imprescindible para el buen funcionamiento de los vehículos

Los vehículos modernos cuentan con una gran cantidad de dispositivos eléctricos. Estos funcionan sin que nos demos cuenta tanto durante la conducción como cuando el vehículo está detenido. Para garantizar su suministro de energía y, por lo tanto, el funcionamiento impecable y seguro del vehículo, un alternador en buen estado es indispensable. De hecho, incluso la batería de automóvil más potente solo podría suministrar energía a estos numerosos equipos eléctricos durante un breve período de tiempo.