El tráfico, los atascos y el calor hacen que conducir en verano pueda resultar agotador para aquellos que no toman medidas efectivas desde el principio para protegerse del calor y sus efectos. Si estás planeando un viaje largo, puedes mantener tu coche fresco a pesar de las altas temperaturas siguiendo algunos consejos.
Conducir en verano: lo que no se debe hacer
Hay algunos comportamientos que se deben evitar durante un largo viaje en coche en verano. En particular, evita viajar con calor, entre las 12 y las 15 horas. Si tienes la flexibilidad de planificar tu horario de viaje, intenta salir por la mañana o por la noche. Cuando estaciones tu coche, trata de encontrar un lugar con sombra. Nunca dejes a tus hijos o mascotas en el coche estacionado. Y esto incluso si el vehículo está a la sombra y solo te ausentas brevemente. La posición del sol puede cambiar rápidamente y la temperatura dentro del coche puede aumentar rápidamente.
Conducir en verano: lo que se debe hacer obligatoriamente
Estaciona el coche a la sombra
Para proteger a los pasajeros y la electrónica de un golpe de calor, se recomienda estacionar el vehículo si es posible a la sombra. De hecho, bajo el sol directo, la temperatura debajo de la chapa puede alcanzar los 100 grados. La expansión térmica y el enfriamiento posterior por el viento pueden causar pequeñas grietas en los circuitos integrados.
Al buscar un lugar de estacionamiento, busca áreas con sombra importantes, como árboles. Esto mantendrá el automóvil aproximadamente 15 grados más fresco. ¿No hay árboles cerca? En ese caso, estaciona tu vehículo con la parte trasera hacia el sol. De esta manera, las temperaturas seguirán siendo relativamente tolerables. Después de estacionar bajo el sol durante mucho tiempo, abre primero todas las puertas para ventilar.
Enciende el sistema de calefacción
Después de un largo período de inmovilización o cuando se conduce en la ciudad bajo el sol, el motor y la electrónica pueden sufrir graves daños. Para evitar que el líquido de refrigeración hierva, hay un truco simple. Enciende brevemente el sistema de calefacción. Esto permite transferir el calor del refrigerante al habitáculo. Normalmente, durante la conducción, el flujo de aire es suficiente para mantener el motor lo suficientemente frío. En caso de atascos, se recomienda apagar el motor tan pronto como sea posible.
Verifica el nivel del líquido refrigerante
Antes de cada viaje, es imprescindible verificar el nivel del líquido refrigerante y rellenarlo si es necesario. Asegúrate de no abrir el depósito de expansión si está sobrecalentado debido a una posible sobrepresión. Las salpicaduras de agua caliente pueden causar quemaduras. Además, presta especial atención a las luces indicadoras que se encienden en el tablero del vehículo. Tan pronto como indiquen un problema con el ESP, el ABS o el airbag, detente inmediatamente y ponte en contacto con el servicio de asistencia.
Disfruta del aire acondicionado
El aire acondicionado es, por supuesto, la mejor solución para enfriar el habitáculo. Asegúrate de no poner el aire acondicionado al máximo de su potencia y de utilizarlo en modo de recirculación solo durante los primeros kilómetros. A más tardar después de cinco minutos, debes cambiar a aire fresco para evitar un nivel crítico de CO2 en el interior del vehículo. Además, una temperatura demasiado fría es perjudicial para los ocupantes. Entre 20 y 22 grados son ideales para reducir el riesgo de accidentes debido al sobrecalentamiento. No olvides que los sistemas de aire acondicionado requieren un mantenimiento regular. El refrigerante se escapa con el tiempo, lo que puede provocar un desgaste prematuro del compresor de aire acondicionado. Además, dado que el aire acondicionado consume combustible, siempre llénalo antes de un largo viaje en verano. Si no tienes aire acondicionado, simplemente abre las ventanas traseras durante el viaje.
Prepara tu vehículo y vístete adecuadamente para conducir en verano
Un parasol para el parabrisas reduce considerablemente el calentamiento del habitáculo y está disponible por unos pocos euros. Para soportar bien un viaje bajo el sol, asegúrate de beber suficiente agua y usa ropa ligera. Los pantalones largos protegen de los asientos calientes. Los meses de verano invitan más a menudo a conducir con chanclas o sandalias ventiladas. La ley no prohíbe específicamente este tipo de calzado. Sin embargo, en caso de accidente, se puede suponer una negligencia grave y pueden surgir problemas con la cobertura del seguro.
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