¿Cómo evitar engaños con el kilometraje de un coche?

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Manipulación del cuentakilómetros
© Shutterstock / Bjoern Wylezich

En Europa, se estima que entre el 5 y el 12% de los vehículos de segunda mano vendidos son objeto de fraude de kilometraje. Manipulando el cuentakilómetros, los vendedores pueden cobrar en promedio 3.000 euros más por vehículo vendido que su valor real. Los compradores individuales son los primeros en sufrir. Pero, ¿por qué son tan altas estas cifras y qué se puede hacer al respecto? Todos debemos estar atentos a las estafas en el cuentakilómetros. Si tienes los conocimientos necesarios, puedes ahorrar mucho dinero.

Revertir el cuentakilómetros: un proceso simple

Manipular un cuentakilómetros no es difícil. Los estafadores del cuentakilómetros utilizan un dispositivo fácil de usar que incluso se puede comprar legalmente. Gracias a un software instalado en el dispositivo, es posible manipular el cuentakilómetros a voluntad, en cuestión de segundos. Como todos los vehículos fabricados a partir del año 2000 cuentan con un conector de diagnóstico, ya no es necesario desmontar el cuentakilómetros para poder conectar el dispositivo de manipulación.

¿Una base de datos pública aporta transparencia?

El club automovilístico alemán ADAC opina que una base de datos que recopile la información del cuentakilómetros no es la solución ideal. De hecho, la entrada en la base de datos suele realizarse por primera vez durante la primera inspección técnica, cuando el vehículo ya tiene tres años. Los estafadores del cuentakilómetros pueden manipular previamente el kilometraje del vehículo y luego hacer validar oficialmente su kilometraje falsificado mediante la base de datos.

La responsabilidad recae en los fabricantes de automóviles

Ya existen posibilidades técnicas para luchar contra el fraude de los cuentakilómetros. Desde hace algún tiempo, los fabricantes de automóviles utilizan la memoria HSM, sobre todo para proteger sus vehículos contra el chiptuning. La memoria HSM permite almacenar datos de forma irreversible. Esto significa que los datos no pueden sobrescribirse posteriormente. Los fabricantes de automóviles también podrían utilizar este tipo de memoria para registrar el kilometraje. El objetivo es convencer a los fabricantes de que gasten la modesta suma de 99 céntimos de euro por vehículo para este fin, y así proteger a los compradores particulares de vehículos de segunda mano contra el fraude de los cuentakilómetros.