Comprar una moto: ¿cuánto te va a costar?

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© Shutterstock / George Rudy

Si ya has tomado la decisión de comprar una moto, puede que te estés preguntando si optar por una nueva o por una usada. Además del presupuesto, la relevancia de invertir en una moto nueva depende de otras cuestiones. Por ejemplo, puede que te interese un modelo actual que no esté disponible en el mercado de segunda mano. También hay que tener en cuenta el tipo y, sobre todo, la construcción del motor. Los monocilíndricos, especialmente los de pequeña cilindrada, suelen tener un kilometraje más bajo que los de cuatro cilindros. En este caso, un kilometraje de 50.000 km ya puede resultar problemático. El desgaste de los pistones, cilindros y del tren de válvulas a menudo genera altos costees de reparación.

Si optas por una enduro ligera equipada con un motor monocilíndrico, deberías considerar un modelo nuevo. Al igual que con las motos deportivas, la forma en que el propietario anterior ha tratado la moto también es determinante. Además, al comprar una moto de segunda mano no tienes la certeza de que no haya sufrido daños por una caída o un accidente. Las características de conducción podrían verse afectadas por un chasis deformado. Con una moto nueva, no corres ese riesgo.

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© Shutterstock / Dmitry Molchanov

Moto: fuerte depreciación, especialmente durante los primeros dos años

La compra de una moto de segunda mano está principalmente motivada por los precios más bajos. La pérdida de valor durante los primeros dos años se sitúa entre el 20 y el 30 % según el modelo. Sin embargo, el envejecimiento es considerablemente más lento que el de un coche, aunque solo sea porque la mayoría de las veces, las dos ruedas solo salen del garaje cuando hace buen tiempo. Además, los motores multicilíndricos modernos soportan sin problema un kilometraje medio durante muchos años. La compra de una moto de segunda mano permite ahorrar al menos 2.000 euros.

El mantenimiento es fácil de realizar por uno mismo

La cuestión del coste de mantenimiento y reparación no es obvia. Si la máquina es nueva o reciente, es preferible llevarla a un taller especializado, al menos para no perder la garantía. La revisión, que normalmente debe realizarse cada 10.000 km o cada año, cuesta entre 200 y 400 euros. La pregunta sobre si el precio más bajo o más alto es más realista depende no solo del taller, sino también de los servicios concretos que se deben proporcionar. Por ejemplo, no es necesario verificar la holgura de las válvulas en cada revisión, lo cual lleva mucho tiempo, ni reemplazar el filtro de aire después de un año.

Para las máquinas más antiguas, en principio no hay nada que impida que realices tú mismo el mantenimiento. Las motos sin carenado son particularmente fáciles de mantener, ya que los principales componentes son accesibles sin mucho esfuerzo. A diferencia de los automóviles, no es necesario tener un elevador. Con un poco de habilidad, puedes realizar tú mismo los principales trabajos de mantenimiento. Esto incluye cambiar los lubricantes y el líquido de frenos o reemplazar las bujías. También puedes verificar tú mismo la holgura de las válvulas con una galga de espesores. Sin embargo, dependiendo de la moto, ajustar las válvulas puede requerir cierta destreza.