Lavar el coche en casa es práctico y económico, pero no siempre está permitido. Aquí te mostramos cómo devolverle el brillo a tu vehículo lavándolo cuidadosamente a mano.
Lavar el coche en casa: herramientas y accesorios
- Limpiador de alta presión/manguera de jardín
- Dos cubos de agua tibia
- Champú para coche
- Esponja suave o paño esponja
- Paños de microfibra
- Papel de cocina
- Limpiacristales
- Limpiador de llantas
- Cepillo para llantas
Evita lavar el coche bajo la luz directa del sol. Los productos de limpieza y el agua se secan rápidamente con el sol intenso, lo que puede impedir que disuelvan o ablanden adecuadamente la suciedad. Si es posible, lava el coche a la sombra o a última hora de la tarde en días soleados.
Empieza por retirar la suciedad suelta, como las hojas secas atrapadas entre el capó y el parabrisas. Luego, elimina la mayor parte de la suciedad usando un limpiador de alta presión o una manguera de jardín con chorro potente. Enjuaga lo más posible la suciedad grande y el polvo fino con agua. De lo contrario, las partículas de suciedad podrían rayar la pintura como si fueran papel de lija durante el lavado posterior. También debes eliminar las manchas de resina antes de lavar el coche. La grasa es efectiva para este fin. Utiliza mantequilla, margarina o aceite vegetal para disolver la resina, que luego podrás quitar con cuidado.
Cuando laves el coche en casa, siempre comienza por el techo. Lava el coche de arriba hacia abajo usando una esponja o paño esponja. Prepara dos cubos de agua tibia. Llena uno de los cubos con un poco de champú para coche, siguiendo las instrucciones del fabricante. Llena el otro cubo solo con agua tibia. Usa este cubo para enjuagar regularmente la esponja y usa una gran cantidad de agua durante el lavado para proteger la pintura.
Finalmente, limpia las llantas. Para llantas muy sucias y detalladas, es recomendable usar un cepillo especial para llantas y, si es necesario, un limpiador para llantas. Los limpiadores de llantas son productos específicos que pueden disolver el polvo de frenos incrustado. Un cepillo para llantas permite alcanzar las rendijas estrechas y los rincones más pequeños de las llantas.
Limpiar las ventanas
Una vez limpia la carrocería, es hora de limpiar las ventanas. Si has lavado bien el coche, en la mayoría de los casos basta con pasar un paño de microfibra por los cristales para secarlos. Si los cristales aún no están limpios, basta con utilizar un limpiacristales comercial, como los que se utilizan en casa, para limpiarlos a fondo. Empiece por el parabrisas y rocíe generosamente el limpiacristales sobre el cristal. Normalmente, no es necesario dejar actuar el producto. Limpia la suciedad y el limpiador con un paño de microfibra limpio o con papel de cocina. Repite el proceso para las demás ventanas.
Proteger la pintura con cera o sellador
Una vez que la carrocería esté perfectamente limpia, utiliza cera o un sellador para proteger la pintura. Ambos productos son relativamente fáciles de aplicar. Sin embargo, el sellador generalmente dura mucho más que la cera. Tras aplicar cera o sellador, la pintura no solo estará mejor protegida, sino que también será más fácil de lavar en la próxima ocasión.
El pulido solo debe hacerse si la pintura pierde su brillo o comienza a descolorarse. El pulido siempre elimina un poco de pintura, por lo que se recomienda hacerlo una vez al año como máximo.
Cuidar las piezas de plástico y las juntas de goma
Varias veces al año, trata las piezas de plástico, como los parachoques y las carcasas de los retrovisores exteriores, con un producto específico para plástico. Estos productos revitalizan el color y protegen el plástico de la decoloración y el desgaste.
Cuando prepares tu coche para el invierno, no te olvides de las juntas de las puertas. Existen productos especiales en el mercado que ayudan a mantener la flexibilidad de las juntas de goma y previenen que se congelen.
¿Se puede lavar el coche en casa?
La ley establece que «el lavado de coches está prohibido en la vía pública, en las vías privadas abiertas al tráfico público, en las orillas, puertos y muelles, así como en parques y jardines públicos». Por lo tanto, no puedes lavar tu coche en casa con agua y detergente. Esto se debe a que durante el lavado, sustancias nocivas para el medio ambiente, como detergentes, grasas, aceites y polvo de frenos, pueden infiltrarse en el agua subterránea. En las estaciones y túneles de lavado, el agua utilizada se recoge y recicla, lo cual no es posible en casa.
Sin embargo, puedes limpiar las ventanas o el interior del coche.
Si lavas tu coche en casa sin la autorización adecuada, podrías enfrentar una multa de 450 euros, e incluso penas de hasta dos años de prisión y una multa de unos 75 000 euros si se demuestra que las aguas vertidas causan contaminación del suelo.