Unos amortiguadores en buen estado son fundamentales tanto para el vehículo como para la seguridad del conductor, ya que se encargan de absorber las vibraciones de la carrocería y las ruedas. Reemplazar un amortiguador implica un gasto, pero es necesario para mantener la comodidad al conducir y la seguridad de tu coche. ¿Qué hacer si los amortiguadores están defectuosos?
¿Cuáles son las consecuencias de un amortiguador defectuoso?
Un amortiguador en mal estado afecta directamente la seguridad al volante. Las irregularidades del terreno y los impactos ya no se compensan adecuadamente. En resumen, un amortiguador defectuoso deja de amortiguar. Esto compromete la estabilidad del coche, lo cual es especialmente crucial durante maniobras de evasión. Además, se reduce la adherencia al camino, lo que conlleva una mayor distancia de frenado.
¿Cómo reconocer unos amortiguadores defectuosos?
Existen varios signos que pueden indicar una falla en los amortiguadores:
- El coche rebota
- Se escapa aceite de los amortiguadores delanteros o traseros
- Los neumáticos se desgastan demasiado rápido
- Se escuchan ruidos de golpes o chirridos al conducir
- El comportamiento del coche es muy inestable
Aunque no hay un valor exacto, los expertos señalan que los amortiguadores suelen ser operativos por aproximadamente 100 000 km. A partir de los 80 000 km, es recomendable realizar una inspección de mantenimiento.
¿Es posible conducir con amortiguadores defectuosos?
En principio, sí es posible, pero es muy recomendable cambiar los amortiguadores defectuosos de inmediato. De lo contrario, no solo estarías poniendo en riesgo tu seguridad, sino que también podrías dañar otras partes del vehículo, lo que aumentaría considerablemente los costes de reparación. Si sospechas que tus amortiguadores están fallando, lo mejor es llevar el coche al taller lo antes posible para que lo revisen. Si el amortiguador está dañado, debe ser reemplazado.
¿Cómo se realiza el reemplazo?
Los amortiguadores del vehículo deben ser de alta calidad para asegurar una conducción segura. A diferencia de otras piezas, los amortiguadores no pueden repararse; deben ser sustituidos. Durante la cita en el taller, el mecánico instala una nueva pieza. El proceso es complejo y debe ser realizado por profesionales experimentados. Primero se desmontan la rueda y la articulación de soporte y dirección. Luego, el especialista retira la barra de acoplamiento y el puntal de suspensión. Después, el puntal de suspensión debe desconectarse del chasis del vehículo.
El mecánico procede a tensar el resorte del chasis con un tensor de resorte, lo que permite desmontar el soporte superior y proceder con el reemplazo del amortiguador.
¿Cuánto cuesta?
El coste de reemplazar los amortiguadores varía según la marca del vehículo, ya sea BMW, Audi, VW o Fiat, por lo que no es posible establecer un precio exacto.
- El precio de los amortiguadores delanteros oscila entre 200 y 1 000 euros
- Los amortiguadores traseros cuestan entre 150 y 600 euros
- Los costes de los materiales dependen de la marca del coche. A esto se suman los costes de mano de obra, que suelen estar entre 300 y 400 euros. Si también es necesario reemplazar el resorte, puedes agregar entre 50 y 160 euros adicionales.
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*Los precios mencionados en este artículo son aproximados y se basan en las tarifas promedio de febrero de 2022.
